
Si hay algo que detesto de las navidades es esa hipocresía que se queda instaurada en la vida de todos durante dos meses más. He tenido que aguantar suegro, cuñado, primos y todos los que se han ido apuntando en todas sus variantes. Por favor necesito una manual de cómo sobrevivir a mi misma y no morir en el intento.
No sé cómo explicar que me he quedado bastante saturada de lo que son reuniones familiares alrededor de un pino.