
Si quieres asustar a tu próxima pareja potencial, vete con ella de compras, ahora, después no te quejes de que ahuyentas a los hombres. Yo te lo he advertido, pero conmigo nadie lo hizo. Así que sigo entrando en Loewe sola y en la caja nadie me espera y me dice: «Deja, amor, esto te lo pago yo». Y eso, más que no tener suerte, es una putada.