Hace unos días visitamos una no galería de arte, un espacio único, divertido, creativo y original como ella, como su Art Director, Mercedes Eirín; un espacio conceptual donde sus piezas únicas son limitadas. La inspiración es una auténtica revolución creativa, fluye en el dia a dia, ya nada es igual a lo anterior, nace como un concepto y acaba reflejada en la producción de un objeto con absoluta libertad creativa. ¿Queréis saber más? Mercedes Eirín nos responde. Se abre el telón.
– ¿Qué es EIRIN?
Eirín, además de mi apellido, es parte del nombre de mi nuevo estudio de arquitectura de interiores, diseño no industrial de mobiliario y objetos de serie limitada. Este estudio que aquí ves y todo lo que hay en él es más yo que nunca, es decir, tras pasar por Taracea, Albores y Edriel, por fin puedo presentar al mundo mi propio Universo, el Universo Eirín.
– ¿Cuál es su filosofía?
Una filosofía basada en el sentimiento. Universo Eirín parte de una revolución creativa conceptual que se proyecta de manera ecléctica en espacios, productos e imagen (branding). Los materiales que empleamos son reutilizados y reutilizables, por un lado con uso industrial y por otro lado, materiales de investigación de los que se obtiene como resultado un producto único y exclusivo.
– ¿Quién hay detrás de Eirin?
Un equipo personal muy potente. Desde mi posición como directora creativa del estudio observo y acaricio a excelentes profesionales expertos en producción, arte y comunicación con un espíritu positivo, que es lo primero que me tienen que transmitir para formar parte de mi equipo. Por otro lado, habrá una cantera de colaboradores, desde artistas plásticos hasta cineastas, que estarán presentes en los futuros eventos y proyectos que se lleven a cabo.
– ¿Que nos vamos a encontrar?
Podríamos hablar de un producto diferente y rompedor, pero es así como lo intenta vender el resto de la gente, lógico y lícito. En Universo Eirín nos conformamos con que nuestro producto no sólo no deje indiferente a nadie (bien ame, bien odie) pero sobre todo que transmita sensaciones. Así lo he hecho toda mi vida. Cuando vendía mobiliario de cocina nunca fueron cocinas convencionales, siempre tenían un poco del sello Eirín: transgresión y diversión. Lo que podéis encontrar ahora es Universo Eirín es yo misma elevado a la máxima potencia.
– Que expectativas tenéis ante este proyecto?
Ante todo, expectativas internacionales. En el año 2012 llevamos mi obra, junto con mi compañero el arquitecto Antonio Pérez Romero (Planeta Edriel), a la Tortona Design Week de Milán y fue todo un éxito. A veces siento que el arte contemporáneo no se entiende muy bien en España y menos aún en Sevilla. Lo que allí fue todo un éxito aquí parece que da igual. Imagino que será cuestión de cultura y tradición, pero cuando todo el mundo viaja a Nueva York nadie quiere perderse el MoMA.
– En Sevilla. ¿Los artistas tienen bastantes dificultades para poder mostrar su trabajo?
Sí que hay dificultades. En Sevilla hay que atreverse sin pensar en vender. Hay que buscar alternativas, buscar sitios en los que mostrar arte contemporáneo natural. Por suerte cada vez hay más, de eso no hay duda, y en Universo Eirín somos partidarios de apoyar esa nueva savia de arte con aires frescos y contemporáneos que está llegando. El hecho de tener vistas internacionales y no sólo locales nos hace grande porque en definitiva, abres la mente, sigues bebiendo de la fuente de los grandes y culturizándote.
– ¿Existe proyección en el resto de España?
Evidentemente sí. Hay buena materia prima en nuestro país, además de mucho talento. Siempre lo ha habido. Los mejores pintores, escritores, arquitectos… Españoles y andaluces. Quizá el problema es que no hayamos sabido vendernos bien o nos hayamos criticado demasiado los unos a los otros. Lo más importante es no tener control ni limitaciones. En España no somos capaces de quitarnos esa lacra ni esa coraza que aunque proteja, pesa demasiado. Hay que eliminar todo eso para fluir de nuevo, limpios y desnudos.
Pues eso, a fluir de energía positiva.
Universo Eirin, / Don Pedro Niño 17, Sevilla.
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AGRADECIMIENTOS MARIA GUERRA. FOTOGRAFIA.
