Boda impar.

Horror, me han invitado a una boda y no es que no sepa que mierda ponerme, es que no se con quién ir, y más horror aún no se en que mesa me van a sentar, soy ese numerus clausus impar, colgado, indeterminado, perdido y olvidado de las mesas de los solteros de las bodas.

Por el amor de Dios amigos futuros casaderos, tengan piedad con nosotros, los impares que quedamos coleando sin acompañante, y ahora que es época de bodas y bodorrios admitan unas breves sugerencias antes de ponernos a todos los singles cual termomix a presión juntos cual experimento y a ver lo que sale.

Si ya de por si nos cuesta trabajo acudir a tan afable evento donde expones públicamente tu incapacidad para tener o mantener pareja, y donde es el lugar perfecto para que te recuerden que vas sin acompañante a un acto donde se unen por amor dos personas y a ti, pues que te den.

Empezamos por las vestimentas singulares de las solteras y solteronas entre las que me incluyo, de las jovencitas vestidas de señoras y las señoras de jovencitas, por más que lo intentemos seremos las últimas del Gin Tonic de toda la boda en la mano.

Claro que, con suerte que no la vas a tener,no nos sentaran con el plomazo del amigo solterón del novio que va a todoloqueda y ya en la iglesia es tu mochila para el resto de la noche, y el gracioso de turno que tiene cero sensibilidad hacia la sicología femenina. Horror, te ves en la celebración sentada sin poder moverte y flanqueada por ellos dos.

Lo bordas si te sentaran y date con un canto en los dientes con el simpático amigo de la novia, jartible de los chistes donde los haya, espécimen curioso que no parara de hablar y ya no sabes si te está contando su vida, una milonga y que te enseña a cómo usar el humor como método útil en una boda y como ser la peor táctica de acompañamiento.

Paralelamente tenemos como ejemplos a varios sexos, contando jugosas anécdotas personales  de sus interminables relatos de relaciones desastres, la historia del novio que está casado que nunca se divorcia, la del amante que no quiere compromisos y está en otra mesa con su actual pareja, o la del ligue que pensabas chollo y que  vive con la madre .

A ver, que todo el mundo atravesamos fases de reiterativo patetismo y nostalgia, pero no hacen falta que un evento feliz como es una boda nos amarguen el festín, así que como consejo, deberían existir dos mesas de solteros, los impares por decisión propia y la de los impares despojados de la humanidad, ya que aunque las anécdotas individuales como discursos emocionales en este tipo de celebraciones, son habituales no siempre tienen que ser  necesarias.

Asi que para no dar lugar a equívocos , estoy a favor de las bodas, de la caducidad de las tostadas con corazón de mermelada de fresa a los tres meses siguientes , incluso al compromiso, pero por favor reivindico una mesa de impares que al menos, cuando termine vuestra boda, seamos todos pares y seamos nosotros los que comamos perdices. Feliz primavera y mucha suerte en el amor.

Relato escrito para la revista Southchic nº 10. Muchas gracias.

 

Silvia de Carrion. www.beautyandactuality.com

Silvia de Carrion. www.beautyandactuality.com